Hacia adentro
Ir hacia adentro
de eso se trata
hacia adentro
hacia adentro
hacia adentro
porque no hay otro lugar
de cualquier forma
que un ciego pueda visitar
o que posea
sino las propia tinieblas que conoce
y en las que alguna luz se guarda
proverbial
sin embargo
se sabe que hay que seguir ese rastro
ya lo han dicho
esa sustancia sepia y pegajosa de los recuerdos
la presencia de esa luz deshaciéndose
temblorosa en las sombras
palabras que una vez nos dijeron
o el eco de esos nombres
que nuestra propia memoria
en ruinas deletrea
hay que buscar el rastro
de aquello que fuimos una vez
o que creímos
la rama sobre la que violentamente florecimos
algún día
como una orquídea que ardió secretamente
en su brevedad terrible
algo en el tacto habrá quedado
también
de alguna noche
es cierto
un signo vencido lentamente a su silencio
la marca de otro cuerpo tatuaje violencia quemadura
que en nuestra piel habita
como una lengua muerta
en el papiro
Ir hacia adentro y regresivo
desde el polvo rotundo
hasta la superficie y la inscripción
labrada en su vacío
el glifo
que una vez fuimos
inconcebiblemente
sobre el mundo:
mira
hay un olor de carne consumiéndose
el aroma de un fruto que desde su propia pudrición
como un viaje a la semilla
retrocede
y germina
sangre que desde el filo salta y desde el miedo
y gira en el aire
y se retuerce
y a hasta la herida abierta
en un grito regresa
palabras que otra vez se hacen cenizas
debajo de la lengua
y noche claridad
huellas que en la arena
una marea improbable devuelve
inumerables
del secuestro
un dios infinito que retorna
a la mortalidad
Ir hacia adentro
y ver esta ciudad
y las banderas
de su rendición blandidas
descender desde el mástil
entre gritos de júbilo
2 Comments:
Vientos maese, mándeme algo para la revista no?
=)
Qué (a)pocalíptico-espialidoso.
Besos.
Òudi-Ló
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