I
¿ha visto usted alguna vez, lector,
el color de las tinieblas a la luz de una llama?
Junichiro Tanizaki
que sobre la frágil rama de la copa más alta
ha madurado demasiado
esperando el momento de su consumación
su clausura ritual
el gesto inevitable de caer
ser devorada
abandonarse de alguna forma germinal al vacío
descienden a la ciudad las sombras
como un velo de novia sobre la mácula del día:
trama que también por el hilo más débil se desgaja
cae la noche
en suma
lívida
ingrávida
pasmosamente
como un papel quemado
en sus cenizas
―se dice―
un fuego vencido se sepulta
alguna flor violenta
un verso de dura claridad blandido
aparecen de súbito
en las esquinas
los primeros gatos