jueves, agosto 09, 2007

I

¿ha visto usted alguna vez, lector,
el color de las tinieblas a la luz de una llama?

Junichiro Tanizaki

como una fruta ácida

que sobre la frágil rama de la copa más alta

ha madurado demasiado

esperando el momento de su consumación

su clausura ritual

el gesto inevitable de caer

ser devorada

abandonarse de alguna forma germinal al vacío


descienden a la ciudad las sombras

como un velo de novia sobre la mácula del día:

trama que también por el hilo más débil se desgaja


cae la noche

en suma

lívida

ingrávida

pasmosamente

como un papel quemado

sobre las calles desiertas

sobre las huellas invisibles del día


en sus cenizas

se dice

un fuego vencido se sepulta

alguna flor violenta

un verso de dura claridad blandido


aparecen de súbito

en las esquinas

los primeros gatos