Postal
Esta lloviendo a cántaros
—dice Sofía—
cantan las ranas o lloran
yo no sé
sólo un rumor sordo se escucha
habitando el viento:
el ansia de la cópula
miles de huevecillos se desprenden
de la gran madre rana
los ríos de mi calle
que ve Julia la loca
desde el alto balcón
San Juan 40
arrastran la muchedumbre
transparente y diminuta
cuesta abajo
yo observo simplemente
desde la seguridad tibia de casa
con sus paredes blancas
y sus cortinas como encajes
célibe y casto para siempre
como el papa
imagino el extraño juego verde
de la entrega
y la irrefutable pertinencia
del croar en el cortejo
los pequeños brincos
la nocturna carrera
tras el sexo
está lloviendo a cántaros
—dice Sofía—
cantan las ranas
o lloran
yo no sé
esta lluvia
presagia
renacuajos
—dice Sofía—
cantan las ranas o lloran
yo no sé
sólo un rumor sordo se escucha
habitando el viento:
el ansia de la cópula
miles de huevecillos se desprenden
de la gran madre rana
los ríos de mi calle
que ve Julia la loca
desde el alto balcón
San Juan 40
arrastran la muchedumbre
transparente y diminuta
cuesta abajo
yo observo simplemente
desde la seguridad tibia de casa
con sus paredes blancas
y sus cortinas como encajes
célibe y casto para siempre
como el papa
imagino el extraño juego verde
de la entrega
y la irrefutable pertinencia
del croar en el cortejo
los pequeños brincos
la nocturna carrera
tras el sexo
está lloviendo a cántaros
—dice Sofía—
cantan las ranas
o lloran
yo no sé
esta lluvia
presagia
renacuajos